Las chimeneas son uno de los sistemas de calefacción más tradicionales y al mismo tiempo uno de los más modernos. Las chimeneas han evolucionado mucho y son una alternativa económica y ecológica a otros tipos de calefacción.
A la hora de escoger debes considerar varios criterios:
- Potencia calorífica necesaria
- Ubicación de la chimenea.
- Salida de humos.
- Ventilación.
- Chimenea abierta o cerrada.
- Estilo de decoración.
No pases por alto estos aspectos y conseguirás elegir la mejor chimenea para tu hogar.
Potencia calorífica necesaria
El primer factor que debes considerar es tu necesidad de calor, para elegir una chimenea que se ajuste a ella sin pasarse ni quedarse corto.
No es aconsejable escoger una chimenea con una potencia demasiado alta ni demasiado baja.
Si elegimos una chimenea con demasiada potencia tendrás que usarla siempre a bajo rendimiento para no sobrecalentar el espacio.
En cambio, si escoges una de potencia muy baja te arriesgas a que se caliente en exceso y acortarás la vida de tu chimenea.
La potencia calorífica viene determinada sobre todo por:
- Superficie a calentar.
- Aislamiento de suelos, paredes y ventanas.
Aunque estos son los criterios más importantes, hay que tener en cuenta también si utilizas la chimenea como complemento a otro sistema de calefacción o por sí sola, el clima del lugar o incluso si el espacio está habitado de forma regular o solo en algunas ocasiones.
Todos estos datos son importantes para elegir la potencia necesaria de tu chimenea.
Ubicación de la chimenea
Uno de los puntos más determinantes para la elección de la chimenea viene por su emplazamiento.
Lo mejor es situarla en una habitación con cierto tamaño y que esté comunicada con otras, para poder repartir el calor. Si no fuera posible, siempre puedes instalar canalizaciones que distribuyan el calor.
Salida de humos
El conducto de humos supone un aspecto de importancia básica en el buen funcionamiento de las estufas de leña y cumple principalmente dos funciones.
- Evacuar los humos y gases sin peligro fuera de la vivienda.
- Proporcionar tiro suficiente en la estufa para que el fuego se mantenga vivo.
Resulta imprescindible que esté fabricado perfectamente y que sea sometido a operaciones de mantenimiento para conservarlo en buen estado (es recomendable limpiarlo siempre antes del inicio de la nueva temporada de encendidos de chimeneas por un lado para eliminar los restos de hollín que pudiera acumular, y para asegurarnos que no hayan hecho ningún nido los pájaros o se hayan metidos cuerpos extraños en el interior de los mimos que dificulten o impidan la salida de humo a través de los mismos). Gran parte de los problemas por mal funcionamiento de los aparatos se refieren exclusivamente a un tiro inadecuado resultado de una falta de mantenimiento y limpieza de los mismos.
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Ventilación
Para instalar una chimenea es necesario contar con una buena ventilación que asegure la entrada de aire fresco, ya que asegura la combustión y la seguridad. Esta entrada de aire puede verse afectada por el aislamiento de la casa.
Chimenea abierta o cerrada
Las chimeneas abiertas
Son uno de los elementos del hogar más apreciado pero que se utilizan poco por la incomodidad del humo, el peligro del fuego abierto y por su poca eficacia calorífica con respecto a las buenas chimeneas cerradas con mirilla.
No cabe duda que ver quemar un tronco en un hogar de una chimenea es una de las formas más bellas y románticas de dejar transcurrir el tiempo, pero desgraciadamente, desde el punto de vista energético, es la forma menos eficiente de calentar una casa.
En una chimenea abierta, la entrada de aire sin obstáculos provoca que el material calorífico se queme de forma desenfrenada y no se pueda regular.
Las chimeneas cerradas
Garantizan una combustión limpia y eficiente, sin olor a humo y reducen el consumo de madera, así como la cantidad de hollín y cenizas. Se optimiza la obtención de calor pudiendo disfrutar de una vista espléndida del fuego.
Estos aparatos constan de una doble pared (una puerta), cerrada en su frontal por medio de una puerta de cristal, especialmente diseñado para soportar y resistir al calor. El procedimiento hace que el aire cálido de la estancia, bien por convección o por el uso de un ventilador, regrese caliente al ambiente de dicha estancia. En suma, se trata de efectuar una combustión en el interior de una cámara cerrada con una entrada de aire regulable en todo momento, evitando cualquier peligro.
Y podremos seguir disfrutando de toda la visión del fuego gracias a los grandes cristales de estos aparatos que nos permiten sentir esa cercanía con las llamas que tanto nos gusta.
Podemos resumir las ventajas de tener una chimenea cerrada en las siguientes:
- Facilidad para controlar la velocidad de combustión.
- Se evitan los humos y los malos olores en las habitaciones.
- Mejor rendimiento térmico.
Tenemos que tener en cuenta que la instalación de una chimenea abierta no es igual a una cerrada.
Estilo de decoración
Una chimenea no es solo un sistema de calefacción, también es un elemento decorativo que aporta una gran personalidad a nuestro hogar.
Las chimeneas actuales se presentan en una gran variedad de diseños. Sea cual sea tu estilo, seguro que encontrarás una que se adapta a lo que estás buscando: clásico, rústico, moderno… Existen modelos encajados en la pared, independientes o para ir en una esquina.
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Presupuesto disponible
Existen chimeneas de muy diferente precios, desde las más sencillas hasta las más avanzadas.
Cuando consideres los costes y la inversión en tu nueva chimenea, mira no solo a corto plazo, sino también a medio o a largo plazo. Una chimenea más eficiente se traduce en ahorro y en función de tus circunstancias puede compensar la inversión. Por todo esto tenemos que tener en cuenta todos los puntos anteriores para ajustar mejor nuestro presupuesto.